Ni imaginamos el rollo que nos espera en la frontera: nos meten en un bar para rellenar papeles, y empieza el timo: nos cobran más de 30 dólares por barba en vez de 20, diciéndonos que así son las cosas, que para obtener un visado, hay que pedirlo con antelación...y tatata...tatata...
El cruce de la frontera se hace a pie....Nos meten miedo, diciéndonos que tengamos cuidado con nuestros pasaportes, con nuestras carteras, etc.. Siguen intentando de todo: ahora, en vez de durar 3 horas, el trayecto en guagua durará 5 o seis horas, dependiendo de la climatología, con lo cual nos dicen que es mejor coger un taxi. Nos negamos. Después de 2 horas, cruzamos por fín la frontera, y llegamos a la guagua...Hasta el último momento, nos intentan tangar, diciéndonos que el taxi nos va a costar ahora 150 (¿antes nos eran 300?)
Por supuesto, nos negamos y llegamos a Siem Reap en poco menos de 3 horas..¡¡¡.El actitud de los buscavidas de la frontera y de la agencia es de denuncia!!!
Por cierto, en la frontera, ¡qué contraste! Pasamos de un país cuyo desarrollo es comparable al de un país de Europa, a un país visiblemente pobre, han desaparecido las aceras, y se han multiplicado los niños que piden por la calle.
| Gasolina en botellas |
Quedamos para tomar algo después de cenar. Agotados después de una hora tomando gin tonic en el bar y hablando de nuestros respectivos viajes, nos despedimos hasta mañana y vamos a dormir.
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